Separation Anxiety es el nombre del esperado primer capítulo de la quinta temporada de Homeland. Nos encontramos con la protagonista Carrie Mathison dos años después de los sucesos que dieron por finalizada la temporada anterior. Ha reconstruido su vida en la ciudad Berlín. Trabaja de jefa de seguridad en la fundación del multimillonario Otto Düring, junto con su nueva pareja sentimental, Jonas. Ahora, Carrie puede hacerse cargo de su hija Franny, e incluso acude a la iglesia. Carrie ha roto su relación con la CIA, pero está claro que no será tan fácil.
Todo es demasiado idílico, y la CIA quiere recuperar a Carrie. Para ello, jugarán una de sus mejores bazas: a raíz del robo de unos documentos de seguridad de la CIA, Saúl mandará en una misión a Quinn a Berlín, para desenmascarar a terroristas talibanes y solucionar la fuga de información. En él todavía se ven reflejadas las secuelas de los últimos años que pasó en cautiverio, pero mantiene su perspectiva gracias a haber vivido en primera persona el conflicto. Carrie, que había conseguido mantenerse emocionalmente estable durante sus dos años de paz en Berlín, tendrá que enfrentarse a un amor del pasado si llega a encontrarse a Quinn cara a cara.
A su vez, su nuevo jefe, Otto Düring, le propone viajar con él al Líbano en calidad de filántropo solidario, para ocuparse de su seguridad. Carrie quiere que su estancia en el Líbano sea segura a pesar del estado de inestabilidad del país, por lo que recurre, con mucho esfuerzo y pasando más de un apuro, a varios contactos para hacer de su visita un viaje sin conflictos. La acción no se hace de rogar. Con Carrie a punto de marcharse hacia el Líbano, las referencias a la amenaza del Estado Islámico actual y la crisis de los refugiados, el otro ingrediente que nos indica el camino que tendrá la trama en esta temporada es el robo de los documentos de seguridad de la CIA por parte de unos hacker sobre los trabajos de espionaje entre EEUU y Alemania, de dudosa legalidad, que nos hace sospechar que detrás de este suceso, se esconde algo mucho más importante. El problema se complica cuando nos enteramos que es la actual empresa donde trabaja Carrie, a causa de un chivatazo anónimo, la encargada de hacer pública esta filtración, con las consecuencias para la CIA y la seguridad Alemana que esto puede acarrear.
Las intenciones del nuevo jefe de Carrie no quedan del todo claras, y está claro que Otto Düring será una pieza clave en esta nueva temporada dado el oscuro pasado que acumula. Saul sabe más de lo que parece, y el viaje de Carrie al Líbano no parece una casualidad. Además Laura, una de las compañeras de trabajo de Carrie, contra toda advertencia, ha filtrado uno de los documentos robados. Las consecuencias que esto puede tener en próximos capítulos, repercutirán directamente en la vida de Carrie, rompiendo el equilibrio que tanto le ha costado mantener, haciendo más difíciles sus intentos para huir del pasado. Separation Anxiety nos ha dejado las cartas sobre la mesa, preparadas para ofrecernos una temporada de Homeland de lo más interesante.
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